Bioenergoterapia: auxiliares de la salud

En el año 1982, el profesor Zdenek Rejdak, de Charles University en Praga, acuñó el término de bioenergia definiendo a esta terapia, llamada también bioenergoterapia, como un método de transmisión de energía de un organismo a otro con el fin de mejorar la salud. Desde entonces se avanzó mucho en el campo de la tecnología. Con el descubrimiento de la cámara Kirlian, a través de fotos, y posteriormente el Sistema de Aura Visión que por medio de sensores y una computadora capta el aura en movimiento, fue posible observar cómo se manifiesta el campo bioenergético o aura permitiendo identificar anomalías, bloqueos y disturbios de energía, inclusive antes de que se manifiesten en el cuerpo físico. La terapia de la bioenergía o bioenergoterapia es un tratamiento holístico que considera que la mente, el cuerpo y el espíritu son una unidad que debe ser tratada como un todo. La bioenergía trabaja para reequilibrar la desarmonía entre la mente y el cuerpo restableciendo el equilibrio del aura. El cuerpo gasta a diario una cantidad de energía desperdiciando un potencial que resulta importante para arreglar los desórdenes que padece. Finalmente termina debilitándose, y esa pérdida de la calidad energética provoca como consecuencia síntomas físicos que pueden derivar en enfermedad o desarmonía. La bioenergoterapia incluye distintas técnicas, terapias y disciplinas como reiki o transmisión de energía vital universal a través de las manos, sanación pránica, ejercicios de bioenergética, relajación profunda, técnicas de visualización creativa y frases o pensamientos positivos (da buenos resultados cuando se complementa con terapia floral, sistema de Bach, flores de California, australianas o Bush, orquídeas del Machu Pichu entre otras, incorporando también el uso de gemas, cristales, aromaterapia y musicoterapia. Este método permite recuperar el flujo energético a través de los chakras, armonizando estos centros de energía que tienen una correspondencia física con determinadas glándulas, órganos y funciones vitales. Además de esta técnica existen otras disciplinas como acupuntura, medicina ayurvédica, zen, shiatsu, reflexología, auriculoterapia y masoterapia que usando distintos sistemas ayudan a reestablecer el equilibrio. Muchas de ellas son utilizadas en instituciones de salud de todo el mundo. El modelo cubano es un ejemplo claro de la integración de estas terapias en la medicina convencional. En Chile el Ministerio de Salud decidió incorporarlas reglamentándolas como "auxiliares de la salud" como también en algunos países de América.
Sebastián González Dogliotti